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viernes, 15 de junio de 2012

Los glóbulos de Bok


Glóbulos de Bok

Un glóbulo de Bok, es una nebulosa oscura de gas y algo de polvo, de la cual, en ocasiones, tiene lugar la formación de nuevas estrellas. Los glóbulos de Bok se encuentran habitualmente en las regiones HII (nubes de gas y plasma brillante que puede alcanzar un tamaño de varios cientos de años-luz y en la cual se forman estrellas masivas). Tienen masas comprendidas entre 2 y 50 masas solares, y típicamente ocupan un volumen de un año luz de diámetro.
Los glóbulos de Bok contienen esencialmente hidrógeno, en forma de moléculas (H2), también helio y moléculas de óxido de carbono. En un porcentaje pequeño (1% en masa), contienen granos de polvo de silicatos, que es la materia prima que forma los planetas rocosos como la Tierra en el Sistema Solar. Los glóbulos de Bok propician muy comúnmente en la formación de sistemas estelares dobles o múltiples.
Fueron originalmente observados por el astrónomo Bart Bok en la década de 1940. En una publicación de 1947, Bok y E. F. Reilly efectuaron la hipótesis de que estas nebulosas, eran como capullos, ya que en pleno colapso gravitatorio, nuevas estrellas estaban formándose en su interior. Esta idea era difícil de comprobar, debido a que la opacidad a la luz de estas nebulosas impedía saber qué estaba ocurriendo en su interior. Hacia 1990, usando radiación del infrarrojo cercano, fue posible comprobar que en efecto nuevas estrellas están naciendo dentro de los glóbulos. Observaciones posteriores mostraron que algunos contienen fuentes calientes en su interior, y en otros casos objetos Herbig-Haro (nebulosas asociadas con estrellas recién formadas), así como flujos de gas molecular. Estudios realizados con líneas de emisión en el rango milimétrico, han evidenciado la caída de materia hacia una protoestrella en proceso de formación.
Los glóbulos de Bok son actualmente objetos de intensa investigación. Se trata de cuerpos muy fríos, con temperaturas que pueden llegar a los 8 Kelvin. La baja temperatura del gas es de relevancia para el colapso gravitatorio, que redunda en el nacimiento estelar. En efecto, temperaturas mayores favorecen la expansión de la nube. En el caso de los glóbulos de Bok, los métodos aplicados para determinar algunos de los parámetros, como por ejemplo la densidad, están relacionados con la extinción producida en la radiación del cercano infrarrojo. Se usan también estimaciones surgidas del conteo de estrellas del mismo campo, cuya luz también se ve afectada por la extinción cuando atraviesa la nube.

Fuente: Wikipedia

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