El cohete Redstone |
El proyecto Mercury fue la respuesta de la NASA ante el liderazgo en temas espaciales de la Unión Soviética, en plena "carrera espacial".
Durante el programa Mercury, los ingenieros estadounidenses se vieron presionados ante los desafíos que implicaban la construcción de una nave segura que permitiera a un astronauta llegar hasta la órbita terrestre sin ser destruido por las enormes velocidades que ello implicaba. Otra fuente de preocupaciones eran las situaciones extremas propias del ambiente espacial: el vacío, las bruscas fluctuaciones de temperatura y la recién descubierta radiación del espacio. Todo esto se complicaba más si cabe por la necesidad de realizar una reentrada a la atmósfera a alta velocidad y proteger al astronauta de las altas temperaturas del reingreso mediante el uso de escudos de protección térmica.
El resultado fue la creación de un vehículo de forma balística, que haría su reentrada a la atmósfera protegido por un escudo térmico que se quemaría durante esta etapa. Las cápsulas Mercury utilizaron dos tipos de cohetes lanzadores: los primeros vuelos suborbitales fueron lanzados por cohetes Redstone diseñados por el equipo de Wernher von Braun en Huntsville, Alabama. Para los vuelos orbitales, las cápsulas fueron lanzadas con los Atlas-D, unos cohetes modificados a partir de un misil balístico. Su cubierta de acero era muy delgada para ahorrar peso, por lo que la estabilidad estructural se la proporcionaba la presión del combustible interior (cuando estaba vacío debía ser presurizado con gas para evitar el colapso del lanzador). Este mismo problema lo tendría la siguiente familia de lanzadores para el programa Gemini: los Titan II. Muy valiente había que ser para meterse en la punta de un misil balístico no mucho mayor que los que reciben uso militar.
Los Siete del Mercury |
Los primeros estadounidenses en ser escogidos para los vuelos espaciales fueron seleccionados de un grupo mayor de 110 pilotos militares elegidos por su experiencia en vuelos de prueba y porque reunían las características físicas necesarias. En 1957 se seleccionaron 7 astronautas para las misiones Mercury:
Alan B. Shephard
Virgil I. Grissom
Gordon Cooper
Walter Schirra
Deke Slayton
John Glenn
Scott Carpenter
Solamente volaron 6 de los 7 astronautas seleccionados. Deke Slayton fue apartado de la lista de vuelos debido a un problema de corazón. Slayton continuó en el programa espacial como controlador de misión hasta 1975, cuando finalmente voló en la misión Apollo-Soyuz, de carácter meramente político.
El primer vuelo fue el de Alan Shephard a bordo de la Freedom 7 (los astronautas bautizaban a sus propias naves y todos lo hicieron agregando la terminación “7” en reconocimiento del grupo original de 7 astronautas).
Con tal sólo 12,33 m³, la cápsula Mercury era lo suficientemente grande como para permitir la entrada de sólo un astronauta. Dentro de la cápsula había 120 conmutadores, 55 interruptores eléctricos, 30 fusibles y 35 palancas mecánicas. Eran tan pequeñas (ver fotografía) que los astronautas, bromeando, decían que "a esta vave no te subes, te la pones"
John Glenn "poniéndose" la Friendship 7 |
Para la seguridad de la cápsula los ingenieros la habían probado la primera vez con monos Rhesus, luego con un chimpancé conocido como Ham, y posteriormente pasaron a hacer otra prueba, pero en esta oportunidad con un maniquí electrónico que respiraba, lo que le permitió a los científicos determinar la estabilidad del ambiente interno de la nave.
Una vez terminada la fase de experimentación y entrenamiento, el 5 de mayo de 1961 Alan Shephard realizaba el primer vuelo suborbital estadounidense. Dado el liderazgo soviético en el espacio, el gobierno estadounidense presentó al mundo este vuelo suborbital como un vuelo espacial. No sería hasta nueve meses más tarde, el 20 de febrero de 1962 cuando el astronauta John Glenn se convertiría en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, repitiendo así la hazaña de Yuri Gagarin.
Los seis vuelos de Mercury totalizaron 2 días y 6 h de vuelo espacial y permitieron aprender que no sólo los humanos podían llegar al espacio (como ya habían demostrado los soviéticos) sino que también que su presencia era imperativa para el éxito de las misiones. Los ingenieros estadounidenses de tierra aprendieron de estas misiones la necesidad de utilizar redes de comunicaciones mundiales que les permitieran mantener un contacto constante con los vuelos tripulados.
El último vuelo de una nave Mercury fue el del Mercury Atlas 9 en la cápsula Faith 7 con L. Gordon Cooper, Jr. el 15 de mayo de 1963, una misión que concluyó al día siguiente. Una vez finalizado el proyecto, la atención del programa de vuelos había cambiado cuando el presidente John F. Kennedy anunciara durante una sesión del Congreso la meta de llevar un estadounidense a la Luna y traerlo a salvo de vuelta.
Nacía el programa Apollo, y la Humanidad se aprestaba a salir por primera vez verdaderamente de nuestro planeta. Nuestro primer paso en el océano cósmico, como diría Carl Sagan, estaba a punto ya de producirse.
Fuente: Wikipedia
Fuente: Wikipedia