Erwin Rudolf Josef Alexander Schrödinger fue un físico austriaco que inventó la mecánica ondulatoria en 1926, de manera independiente a la mecánica cuántica. Esta teoría describe matemáticamente el comportamiento de los electrones y los átomos.
Su interés por la física surgió en sus años de la enseñanza media, en los cuales no sólo demostró su interés por la ciencia, sino también por la gramática antigua y la belleza de la poesía alemana; disgustándose enormemente por el método memorístico de enseñanza que seguía.
Entre los años 1906 y 1910, Schrödinger estudió en la Universidad de Viena, donde se dejó arrastrar por la influencia de Fritz Hasenöhrl. Es, en esos años, que Schrödinger se demuestra muy hábil para dar soluciones a distintos problemas de física, lo que marcaría su futura orientación profesional. Durante la primera guerra mundial sirvió como oficial de artillería.
En 1920, asume un puesto académico como ayudante de Max Wien; después ocupa los cargos de profesor extraordinario en Stuttgart, profesor titular en Breslau, primero, y luego en la Universidad de Zurich (Universität Zürich) por seis años. Esa época que pasó en Zurich siempre fue recordado por Schrödinger con gran placer y nostalgia. Entonces fue cuando conoció a mucho de sus colegas, entre quienes estaba Hermann Weyl y Peter Debye, a quienes se unió en una entrañable amistad. Fue también su período más fructífero, ocupándose activamente de una variedad de temas sobre física teórica. Sus artículos en esos días se centraron en la temperatura de sólidos, termodinámica y espectros atómicos; además, realizó una serie de estudios fisiológicos sobre el color. Su gran descubrimiento, la ecuación de ondas, fue realizado hacia el fin de esa época, durante la primera mitad de 1926. Por ese trabajo Schrödinger compartió con Dirac el premio Nobel de física de 1933.
La Conferencia Solvay |
En 1927 se mudó a Berlín para suceder a Max Planck. La capital de Alemania era entonces un sitio de enorme investigación científica y él participó entusiastamente en coloquios con sus colegas, muchos de ellos mayores que él y de más reputación. Ante el ascenso del nazismo, como muchos otros emigra a Inglaterra y, por un tiempo, hace una beca en Oxford. Cuando se produce la anexión de Austria por el Reich en 1938, tiene dificultades en Inglaterra, ya que esa acción de Alemania fue considerada por los ingleses como un acto hostil. Después de una breve estancia en EE.UU., regresa a Europa para ocupar un cargo académico en el Instituto de Estudios Avanzados de Dublín, siendo posteriormente nombrado director de la escuela de física teórica de esa institución. Permanece en Dublín hasta su retiro en 1955.
Sello postal austríaco |
A pesar de su retiro, Schrödinger continuó con sus investigaciones y publicó gran cantidad de artículos, en los cuales se incluye el problema de unir la gravedad con el electromagnetismo, que también absorbió a Einstein y que todavía está sin resolver. También escribió un opúsculo titulado "Qué es la Vida" y manifestó su interés en el desarrollo de la energía atómica.
A través de su carrera, y también en su vida personal, Schrödinger nunca persiguió una meta específica, ni embarcarse en empresas dilatadas. Por otra parte era un solitario, a quien no le gustaba compartir su trabajo, ni siquiera con sus propios estudiantes. Era el prototipo del científico bohemio, llevando sus pertenencias en una mochila cuando viajaba a conferencias (causó sensación al presentarse de esta manera en la famosa Conferencia Solvay).
Al retirarse de la vida activa regresó a Viena, donde gozó del reconocimiento de los profesionales e instituciones científicas. Murió el 4 de enero de 1961, después de padecer un cáncer. Él y su famoso gato son unos de los más reconocibles iconos de la ciencia.